La Cocina Nikkei
La Cocina Nikkei
Vaya donde vaya, uno lleva consigo sus costumbres, sus recuerdos, sus sabores. Pero es a través de este último registro gustativo que el lugar de origen dejado atrás renace mágicamente entre los aromas y calores familiares que brotan de un plato amigo.

La cocina Nikkei nació en el Perú como hija de esta necesidad de evocar y de empezar de nuevo. La primera oleada de inmigrantes japoneses que llegaron a estas costas no encontraban, debido a la poca importación, los ingredientes originales para preparar los alimentos a los que estaban acostumbrado. Había que recrear sabores lejanos con los insumos que se tenían a la mano. Fue así como en las cocinas japonesas afincadas a un océano de distancia de la isla se coló el ají, se entrometió el culantro, se aparecieron el tacu tacu, el cebiche y el anticucho a manera de comité de bienvenida. La pulcra y precisa técnica culinaria nipona empezó a experimentar con estos nuevos insumos y gustos con sabor a mar, limón y montaña.
Eran los intuitivos pero sabrosos primero pasos de una fusión intercultural a fuego lento. O en algunos casos, cruda nomás.
Los hijos de estos pioneros gozaron y paladearon estos hervores desde pequeños. Aún no lo sabían, pero lo que comían en casa era comida Nikkei. Esta cultura doméstica se hizo de dominio público cuando talentos como los de Rosita Yimura, Sato o Minoru kumigami, sometieron a consideración pública este tesoro hecho en casa.
El Resultado fue inmediata acogida y valoración de esta sintonía transoceánica, una celebración de la culinaria sinfonía que brotaba de la humilde calidez del fogón inmigrante gracias a los frutos de la tierra que lo acoge. La cocina Nikkei ya tenía partida de nacimiento. Y su lugar de origen, decía en ella, era el Perú.

Hoy en día lo Nikkei no es cultura ajena ni adaptación forastera. Es parte de una identidad mestiza que vive, come y sueña como tal, saboreando una combinación única que determina la singularidad de una cultura.
Y por ende, de una gastronomía. Nikko nace en momentos en que el wok está punto y el cuchillo goza de tremendo filo.
Cuando el aporte culinario peruano es motivo de orgullo y admiración mundial.
Y cuando satisfacer esas expectativas no significa otra cosa que superarlas. Es eso posible? Tomando el legado de los ancestros y valorando el aporte de los maestros, Nikko celebra la cocina criolla con influencia japonesa soñando sus sabores futuros pero sin olvidar sus evocaciones primeras. El origen.

El Resultado lo espera a la mesa. El veredicto es suyo. El gusto es nuestro.